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Qué gran conjunto que forma precisamente eso, la historia de nuestra vida...
Esa historia donde nada se puede borrar, pero sí guardar aquellos recuerdos más especialmente,
de forma selectiva, para disfrutarlos, o sufrirlos, cuando así lo decidamos.
Qué curioso no saber cuándo acabará el cuaderno de la historia de nuestra vida,
ni siquiera cuántas hojas tendrá, ni tampoco el destino del mismo...¿el olvido? ¿el recuerdo?
Oyendo de nuevo estos días en las noticias lamentables novedades
sobre muertes y maltratos, vuelvo a pensar
y hablar con mi interior y llego una vez más a la conclusión de que
cuántas formas existen para hacer daño a otro ser vivo.
Hay quienes insultan, quienes agreden físicamente, quienes abandonan
a otros seres vivos que dependen de su cuidado
y que darían su vida a cambio, quienes acosan,
quienes se ocultan en la falta de verdad para conseguir sus objetivos,
quienes culpan a otros de sus propias circunstancias,
quienes pagan con otros sus propios fracasos,
quienes actúan impulsivamente sin pensar en las consecuencias reales de sus actos,
quienes lanzan balas en forma de palabras para herir de muerte,
y quienes matan de verdad...
QUÉ PENA
Hay quienes se empeñan en deshacerse de su lado
de las personas importantes que podría haber en su vida
a fuerza de patadas en el cuerpo o en el alma...
Y el final lamentable para ellos es que lo consiguen...
porque si fueran egoístas a su favor,
se darían cuenta de cuánto podrían necesitar a esas personas
a lo largo de esta vida, que es tan corta y tan larga al mismo tiempo,
sin embargo son egoístas fatuos.
Alto precio a cambio que deberán estar dispuestas a pagar ambas partes...sin duda.
No os perdáis este fantástico vídeo,
y sin hacer caso de la letra, puesto que ahora mismo carece absolutamente de importancia,
el mensaje que transmiten las imágenes es realmente bueno e impactante.
Hagámonos nuestras propias alas con esos actos y palabras que en realidad están llenos de vacío...