Después de la tormenta viene la calma
A ti van estas letras dedicadas,
a ti, ese yo interior que te empeñas en hacer escocer
el alma, supongo que para saber que tengo...
A ti, que te cuesta apostar y aportar,
que cuando apuestas es cuando aportas
pero no aportas si no cedes.
A ti, ese yo interior que no ve sino cuando se lo propone,
que disfruta cuando relativiza
y que insiste como rayo que no cesa.
Mi agradecimiento a ti porque, después de la tormenta,
es cuando soy consciente de que lo más simple
no tiene porqué ser lo peor,
sino todo lo contrario,
y tal vez inicias tu lluvia particular
para que se me mojen algo las intenciones
y vuelva a la realidad,
valorando así realmente el elemento, no el conjunto.
"Venecia" en cuaderno
(Fotografía: Ana Grasset)
No sabría vivir sin ti, mi pequeño yo interior.
Dejemos de discutir,
que al fin y al cabo nos entendemos muy bien,
así hasta el final...
2 comentarios:
Muy bonitos como siempre tus dibujos y tus reflexiones Anaís. Un saludo. David.
25 de septiembre de 2015, 0:27Muchas gracias, David :)
1 de julio de 2016, 20:27Publicar un comentario