Diez minutos para la frescura
La frescura del guiño cómplice,
la del abrazo no rogado
y la caricia por sorpresa.
La frescura de tu mirada
al cruzarme con ella en el camino de mis prisas,
o de esa carrera de por sí perdida
cuya única victoria son unas risas...
La frescura del aquí y ahora
y de sentir la vida que nos corre por el cuerpo.
Diez minutos de frescura cada medio rato
es la mejor receta para el día a día...
"Diez minutos para la frescura"
Acuarela-By AnAis
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