Parar a que el alma se oxigene
Hace unos días me fui conmigo misma y con Lusy a disfrutar
de uno de esos ratos de música, paseo y "pausa" con el cuaderno en la mochila.
Después de un gratificante paseo, nos sentamos en uno de los bancos que
hay justo debajo de las Casas Colgadas, y desde allí el paisaje que se puede disfrutar
es toda la zona de piedra que tanto caracteriza a la bella Cuenca.
Realmente es un paisaje de profundidades marinas, que parece ser que es lo que fue
Cuenca hace millones de años: espectacular.
No pude resistirme a empezar a garabatear en el cuaderno apaisado
donde solamente voy haciendo dibujos de Cuenca, y
conforme quedó me gustó el resultado, así tal cual, sin color ni nada.
Si es que el paisaje lo hace todo...
Sin duda instantes como este de disfrute de belleza y pausa en el día a día
no tiene precio.
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